jueves, 28 de octubre de 2010

Oscuridad...


Soñé que te abrazaba y al hacerlo se entrelazaban nuestros deseos, miedos y pasiones. En este punto por primera vez era feliz. Pero una gran fuerza me estremeció y despertó.  Comencé a vivir la lúgubre realidad que poco a poco empezó a cegarme a medida que te alejabas. Entonces me refugie en la oscuridad, la cual me abrazó y devolvió la visión, me brindo cosas muy deseadas, Pero no a ti. Ahora todos esos deseos se han convertido en efímeros placeres.  Entre las sombras y penumbra me muevo anhelando tu regreso. Al encontrarnos nuevamente pero esta vez en la oscuridad.

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